Entradas

Nadie lo sabe

Imagen
                 El verano es un buen momento para leer aquellos libros que están aparcados, bien porque falta el tiempo y la tranquilidad necesaria, bien porque no están directamente relacionados con el trabajo habitual, o simplemente porque son libros que ayudan a descansar. Hay quien gusta de leer durante el descanso estival algo relacionado con la filosofía, la historia, el arte, la religión o la teología. A mí, en cambio, me gusta leer novelas, siguiendo el magnífico consejo de Jean Guitton en  El trabajo intelectual , donde recomienda “leer novelas para conocer el sentido de nuestra vida y el de la vida de los que nos rodean y que el embrutecimiento de lo cotidiano nos esconde”. Y en verano me dedico principalmente a la novela negra o a la histórica, y si es una mezcla de las dos mejor. Sin embargo, la oferta es tan grande que resulta difícil elegir. Lo más fácil es acudir a las listas de los libros más vendidos. En un principio esto sería apostar sobre seguro, pero cada vez dudo

Asombro y desencanto

Imagen
            Mucho y muy bien se ha escrito sobre el libro de Jorge Bustos  Asombro y desencanto , por eso aquí no voy a añadir nada nuevo. Tampoco soy persona que vaya a influir decisivamente en la opinión del lector. Sólo pretendo que este pobre comentario sirva como pequeño agradecimiento a quien me ha hecho disfrutar de un fabuloso viaje que, como dice Andrés Trapiello en el prólogo, se ha terminado demasiado rápido.  Escribir sobre un viaje, dos en este caso, no es hacer una simple redacción de colegio en el que uno cuenta sus vacaciones o una excursión. Tampoco lo considero una mera crónica periodística, aunque en la librería donde compre este libro estaba perdido en la sección de periodismo y no en las novedades de novela narrativa, porque, aunque no sea una ficción, sí narra un viaje y para hacerlo de forma magistral, como es este caso, son necesarias unas cuantas cualidades. La primera de ellas es saber mirar. Pensamos que todos somos expertos en ello, en cambio no es así. Sabe

¿Hacia donde va la Iglesia?

Imagen
                  Tras la multiplicación de los panes, nos cuenta el evangelista san Juan, Jesús se marchó a la montaña porque el pueblo, considerándolo el profeta que tenía que llegar, quiere hacerlo rey. Al anochecer, sigue contando el mismo evangelista, los discípulos embarcaron para dirigirse hacia Cafarnaúm. Tenían que atravesar el lago de Genesaret o mar de Galilea y aunque la travesía no debía ser muy larga, unos cinco kilómetros y medio o seis aproximadamente, aquellas aguas eran muy traicioneras. Las corrientes del lago y los vientos podían agitarlo y provocar marejadas que hicieran que la barca se moviera violentamente. Y esto fue lo que les ocurrió a los apóstoles. El viento fuerte provocó el encrespamiento del mar. Como ya les había sucedido en otras ocasiones, posiblemente el temor se apoderó de ellos, a pesar de que eran pescadores acostumbrados a estas situaciones. En ese momento es cuando ven a Jesús que se acerca a la barca. El miedo crece en ellos, pero la voz tranqui

Deja que te toque

Imagen
"La incredulidad de Tomás" de Caravaggio      ¡Qué atrevimiento el mío! ¿Cómo pude ser capaz? Siempre he sido muy atrevido, quizás rayando la insolencia. Sin embargo, hubiera deseado que las cosas se hubiesen desarrollado de otra manera.           Dije que quería tocarlo, pero deseaba más, mucho más. Quería abrazarlo. La noticia me cogió por sorpresa y ese fue mi primer pensamiento: ¡Si eso que dicen fuera verdad! ¡Si lo pudiera de nuevo abrazar!  ¿No es este el deseo de un corazón que ama, estar unido al corazón amado? Pero me conformaba solo con tocarlo. Esto era ya un sueño hecho realidad después de su trágica muerte. Poder tocarlo, ya que no abrazarlo. Si mis palabras sonaron como una blasfemia…, si lo que pedí fue juzgado como una incredulidad, ¿qué hubieran dicho o pensado si manifiesto lo que de verdad deseaba? Pero a mí no me hubiera importado. Y si ahora pudiera hacer la misma petición, no lo pensaría. No me conformaría con tan poco, ni siquiera pediría abrazarlo, se

La utilidad de lo inútil

Imagen
https://www.acantilado.es/catalogo/la-utilidad-de-lo-inutil /   Jesús García Recio es un sacerdote que vive en un pueblo de León. Durante un tiempo, no recuerdo cuánto, dio algunas clases en lo que entonces era el Instituto Teológico San Dámaso. Hombre enjuto y de pocas palabras, más dado a escuchar y a la reflexión que a gastar el tiempo en llenar el silencio con palabras huecas. Sin embargo, Jesús es un hombre de una profunda vida interior y de una gran sabiduría. Hace ya unos cuantos años coincidí con él en la Iglesia Nacional Española de Montserrat. Él estaba dando clases en el Pontificio Instituto Bíblico y yo estaba haciendo investigaciones en los fondos del Archivo Secreto Vaticano. Fue entonces cuando le escuché hablar por primera vez del proyecto que estaba llevando adelante en León. Aquel proyecto causaba estupor en unos, hilaridad en otros, sorpresa en la mayoría, porque lo que Jesús había iniciado en la capital leonesa era el Instituto Bíblico y Oriental donde hoy en día se

Oración a San José

Imagen
  Cuadro de Raul Berzosa San José mi padre y señor  custodio fiel del Hijo de Dios y su Madre Santísima Tú que te abandonaste en las manos providentes de Dios Padre Tú que amaste con un corazón de padre al Hijo de Dios hecho carne Tú que fuiste siempre y en todo dócil a la acción del Espíritu Santo Escucha ahora mi oración para que, imitando tu vida, siga siempre y en todo la voluntad de Dios Padre sobre mi vida;  me una íntimamente a la humanidad de Cristo;  y dócil al Espíritu Santo mi vida sea  para alabanza y gloria de la Santísima Trinidad. Custodio del Hijo de Dios ruega por mí para que Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo escuche mi petición por medio de tu intercesión. Amén

Un puro acto de fe

Imagen
Cuadro de Raul Berzosa: “El sueño de San José” (Detalle) Hay una gran diferencia entre vivir la vida que uno sueña y desea, y vivir la vida que las circunstancias, otros u otro te obligan a vivir. En una ciudad pequeña, las perspectivas de futuro no son muchas. Uno desea prosperar, eso es así. Sin embargo, muchas veces también uno se conforma con lo que tiene porque no queda más remedio. Además, la educación recibida influye. “No te compliques la vida”, “confórmate con lo que tienes y con lo que la vida te ofrece”, “no aspires a lo que supera tus capacidades”. Al final, se busca lo mejor en lo que se puede y se alcanza, pero sin grandes aspiraciones.  Y cuando las posibilidades no son muchas, entonces aprender un oficio, ganar lo suficiente para labrarse un futuro en condiciones que permitan vivir con lo justo y formar una familia, parece que es lo ideal. ¿No es esto lo que cualquier hombre vulgar y corriente desea? Tener un trabajo digno para ganar un salario que permita vivir y cuida